¿Alguna vez te has preguntado qué sucede detrás de escena en la industria porcina antes de que llegue a tu mesa? Vamos a explorar los procesos fundamentales que aseguran la calidad y seguridad de los productos que consumes.
Porqueriza: El Punto de Partida
El viaje comienza en la porqueriza, donde llegan los cerdos a la industria. Cada lote se identifica cuidadosamente para su rastreabilidad y control de calidad. Aquí, los animales tienen tiempo para descansar y aclimatarse al ambiente antes de pasar al siguiente paso.
Sacrificio: Un Proceso Responsable
Después del período de descanso en la porqueriza, los cerdos se envían al sacrificio. Este es un momento crucial, donde los animales son tratados con respeto y humanidad. Profesionales capacitados realizan el proceso de manera rápida y eficiente, asegurando el mínimo estrés para los animales. El sacrificio es donde se realiza la recolección de despojos porcinos como el recto, la vejiga, el estómago, los pies, la lengua, las orejas y el hocico, entre otros productos, que están destinados principalmente a la exportación; prácticamente no hay desperdicio cuando se trata de cerdos, todo puede ser utilizado.
Refrigeración: Preservando la Frescura
Después del sacrificio, la carne de cerdo se envía a la refrigeración. En esta etapa, es esencial mantener la temperatura adecuada para preservar la frescura y calidad de la carne. Las cámaras frigoríficas modernas garantizan que la carne permanezca en condiciones óptimas hasta la siguiente etapa del proceso.
Desposte: Trabajo de Precisión
En el desposte, profesionales especializados realizan un trabajo excepcional; aquí, cada corte de carne se hace de la mejor manera para asegurar que el producto tenga todas las características deseadas. Cada pieza se trata con cuidado y respeto, asegurando la calidad y consistencia de los productos finales.
Congelación: Conservando la Calidad
Después del corte y procesamiento, la carne pasa por el proceso de congelación, que permite conservar su calidad y durabilidad por más tiempo. Frivatti cuenta con instalaciones modernas e inteligentes con túneles de congelación; la carne se enfría, preservando su textura, sabor y valor nutricional.
Expedición: Rumbo a los Consumidores
Hemos llegado a la etapa final del proceso: la expedición. Aquí, los productos porcinos se empaquetan cuidadosamente y se preparan para su viaje. Equipos de última generación garantizan que los productos se almacenen y transporten de manera segura, manteniendo su integridad y calidad hasta que lleguen a los estantes de los mercados y a las mesas de los consumidores.
Durante todos los procesos, no podemos olvidar la calidad del producto, ¿verdad? Entonces, el control de calidad entra en acción, analizando y verificando cada proceso en el matadero; ellos aseguran un producto seguro y de excelente calidad."
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